Entradas

Mostrando las entradas de mayo, 2021

Treintaitres.

Tienes ese contanste malestar de estar destruyendo estructuras de tu generación que se te nublan los oídos y piensas que hablo por ti; cuando realmente siempre estoy criticando el macro y no tu lastimoso y atacado micro.

Treinta.

 Despertar de golpe, es de noche y voy en los asientos de atrás del segundo piso de un bus. Intento recordar la pesadilla que hizo mi cuerpo salir del sueño, y toparme con la espesa oscuridad de un seminario no poblado. Tengo miedo, de esos que te dejan bien quieto como si aún estuviese durmiendo, más solo estos ojos estan alerta;  todos duermen, hay silencio dentro y sonido de llantas y motor afuera, el bus va realmente rápido, suena esa alarma confirmando mi sensación, se mueve para un lado y para otro, me hace sentir que voy a morir volcada en esta nave, que en la siguiente curva vamos a rodar cuesta abajo;los que vamos con cinturon nos fracturaremos por la mitad a la orden de la fuerza centrifuga, mientras que otros saldrán volando para chocar con el techo, los asientos, entre ellos mismos o expulsados por alguna ventana, aún no recuerdo la pesadilla, y aún no puedo moverme del miedo.

Veintinueve.

 Cabe la posibilidad de irme, irme lejos (no tan lejos). Un cosquilleo de miedo inunda mi vientre. ¿Probar nuevos mundos posibles o quedarme a concretar los proyectos?.

veintiocho.

 las masivas demostraciones de cariño me dejan seca de versos tristes. creo que voy a explotar.

Veintisiete.

 Darte jale, observar sin pestañear como te metes el polvo blanco por esa nariz redonda y pequeña que tienes. te ves tan hermosa, haciendo ese acto tan cochino, tan obsceno. no culpo a tus antiguos novios que te daban droga por monton, quien quisiera perderse el hermoso cuadro de que apartes tu largo pelo hacia un lado, agarres el carnet, te lo acerques para mirarlo  y luego con fuerza aspires hasta que te llegue al  fondo del cerebro, luego te acomodas esa naricilla mirando hacia el techo, para terminar diciendome: esto esta muy malo.

Veintiseis.

  Mientras el me mira desde abajo y me llama senpai con su cara sonrojada por la excitacion, mi cuerpo envuelto de lava quiere castigarlo por portarse tan bien. para el no hay este odio de decir " eres patetico" como lo pronuncie hacia una semana atras, esta vez mis insultos van dirigidos para este  juego de rol que tanto nos gusta.  - sabes que si te portas bien, recibiras un dulce a cambio, realmente lo quieres? -si mi senpai. me portare bien. me salgo de encima, lo agarro de las caderas y lo vuelco. observo como la brusquedad de mis movimientos lo dejan excitado boca abajo, tanto que empieza a rosarse con la cama y a elevar el culo.con una mano lo agarro de la nuca, fuerte contra la almohada y con la otra le pego una nalgada, gime timido, no es necesario que hable o me mire, el movimiento de sus caderas me indican lo obediente que es y lo dispuesto que esta  para seguir aguantando. lo golpeo sin parar, una nalgada tras otra, intensificando sus gemidos; cuando observo el ro