Once.

 De puerto a puerto, viajar de noche me da placer. 

Llego a esta ciudad y siento que he olvidado muchas cosas en el mes que estuve en la otra. 

Allá obtuve tanta información y estímulos, que este cerebro limitado ha borrado parte de lo que fui. 

Me reencuentro en la miseria que había dejado atrás, y me digo :esta arritmia acelerada que aún no se me pasa, no puedo soltarla así como así, la necesito como fuente creadora.

Entonces me da la 'furia española' como le dice mi mamá a limpiar en profundidad (esta metáfora no miente, es demasiado literal).  Me pongo a cambiar los muebles de posición, sacar mis libros uno por uno, botar muchos papeles y cajetillas vacías de cigarros baratos. Recuerdo que quiero irme, entonces boto ropa y zapatos y todo lo que sienta en este momento que me está sobrando, para que guardo esa colección de parches curita que ya ni pegamento tienen,  por qué sigo teniendo los fracasos de moldes que hice para el costureo. 

Ay, necesito una pausa. Bajo a buscar agua, algo comestible que tenga mucha azúcar y subo a prender un puchito. Espero terminar hoy, para mañana salir y volver a la rutina rapidita de la cual me hice compañera por allá en la otra ciudad. 

Para dedicarme a responder mensajes de clientes y sacarme fotitos lindas. Miau