veinte.

 No sentir el miedo de nadar en la costa, bien pegada a la orilla de conchuela. Esa orilla donde flota la misma mierda que bota la ciudad. El desagüe a un par de ridículos metros, se extiende sobre la alfombra azul verdosa,como una espalda de ballena oxidada. 

Nadar entre los mojones y el pipí, saber que la sal no es de los litros de semen de ballena; que la supuesta internet me hizo creer. Saber del aceitoso sabor a causa del derrame de los barcos. 

¿Qué significa nadar mar adentro?

¿Por qué al cuerpo le teme la incertidumbre de unas vidas fuera de la mierda?

Comentarios

Entradas más populares de este blog

noventaynueve

103

Ochentaynueve