Noventaycuatro.

 Tus dos números juntos en el título de este escrito.

Quise saber si sueñas conmigo como yo lo he estado haciendo contigo. Borré los mensajes antes de ser leídos.

Ayer te me paseaste como un personaje nada importante, yo te miré de reojo, me fui imposible no darme cuenta que estabas, tu caminar dejaba una sensación en mis radares. 

Hoy te me apareciste ya interactuando conmigo, haciendo enojar, te golpeaba, te golpeaba en la cara, con fuerza, no ví sangre ni tampoco heridas, solo rabia, solo golpes, solo fuerza. Pensaba, me has hecho hacer esto, me has forzado a qué me comporté así, se sale mi bestia seducida por ti.

De alguna u otra forma, en mi egocentrismo, siempre pienso que escojo bien, que si lo he hecho a Sido por mi y que todo lo que hago por mi está bien ( no de bien y mal) simplemente es mío, lo hice yo, está bien. Entonces pienso que fue lindo estar contigo, fui lindo como me sentí, enamorada, amada, volada, jalada, extasiada, orgasmeada, etc. Fue quizás, hablando desde el egoísmo, una de mis victorias, yo a mis 13 estaría orgullosa por terminar seduciendo a la chiquilla mayorcita y platónica a quien le estuve hechando el ojo. 

Ahora que todo fue una historia del pasado, no les daré un significado amoroso a tus holográficos cuerpos dentro de mis sueños, quizás es el eclipse y su muerte transformadora, saber por lo que no quiero pasar denuevo ( le daré más vueltas a esto)